No pretendo crear un manual ni ser ejemplo de nada. No soy experta en productividad. Pero después de llevar casi seis años trabajando desde mi casa (y de alguna que otra interesante formación realizada por el camino) me siento con la suficiente capacidad para explicarte qué hago para ser más productiva en mi día a día.
Esto, como todo, depende de muchos factores. Yo, por ejemplo, escribo más fresca, serena y creativa a primera hora de la mañana. Cuanto más primera hora, mejor. Aunque he de reconocer que he escrito textos increíbles también por la tarde 😉
Para mí vale decir que “las primeras horas del día son las más productivas” pero conozco gente que, precisamente, es más eficiente por la tarde, incluso por la noche.
Cada uno sabe cuál es su situación óptima para trabajar. Y también dependerá del tipo de trabajo que tengamos entre manos.
Observa y analiza tu cuerpo, tu mente y tu rendimiento. Descubre tus momentos de mayor concentración y fuerza mental y aprovecha para sacar el máximo partido a ese tiempo tan valioso. Tiempo que no va a volver, por cierto.
Todo lo que te voy a contar a continuación está basado en mi experiencia y en lo que a mí realmente me funciona. Te lo explico y, si te sirve algo, o todo, genial. Puede que te ayude poner en práctica solamente uno de estos consejos, o varios, o tal vez ninguno. Si tienes cualquier duda, pregúntame.
1.- Planificar
La planificación es indispensable para mejorar la productividad. ¿Por qué? Porque así vas a tener claro qué tienes qué hacer, cuándo y de qué forma.
Vale. Habrá que dejar un hueco a la improvisación porque, a veces, surgen asuntos inesperados que debemos atender (y que debemos saber identificar como importantes, sin confundirlos con la urgencia).
La planificación es esencial para ordenar ideas, para priorizar y para comprender qué es urgente y qué es importante.
Lo que yo hago: trabajo con un planificador semanal. Me resulta muy cómodo tener a golpe de vista la semana completa. El viernes dedico unos minutos para planificar toda la semana siguiente. Anoto qué tengo que hacer cada día, incluso mis actividades de tiempo libre, si he quedado a tomar un café o tengo médico. Utilizo distintos colores para cada cosa.
2. Escribir listas
Cuando a mi alrededor de repente se amontonan varias tareas por hacer me paro durante un rato y escribo una lista con todas ellas. Lo hago a mano. Me resulta mucho más cómodo tenerla a la vista en un papel sobre mi mesa. Aunque lo que más me gusta de todo es cuando tacho aquella que ya he terminado 😉
3. Simplificar
Cada tarea tiene un objetivo. Y has de tener claro cuál es antes de ponerte a ello. Si la tarea es muy grande, divídela en otras más pequeñas, más sencillas y fáciles de ir cumpliendo.
Primero una cosa, cuando termines, la siguiente. Paso a paso. Con la máxima serenidad posible. La multitarea no es buena compañera para la productividad.
4. Escapar de los ladrones del tiempo
¿Qué son los ladrones del tiempo? Tenemos muchos a nuestro alrededor. Por ejemplo:
✔ las redes sociales.
✔ los objetivos mal definidos.
✔ la falta de organización.
✔ no saber decir no.
✔ el whatsapp.
✔ el correo electrónico.
✔ una reunión inesperada y no planificada.
✔ un compañero de trabajo (en el caso de que trabajes en una oficina) que viene a comentarte algo de repente.
Se trata de esas distracciones que merman nuestra capacidad de concentración y nuestra eficiencia frente a lo que hacemos. Un dato: tardamos 20 minutos en volver a recuperar la concentración que teníamos antes de que llegara esa interrupción (esta información me la dieron en un taller de gestión del tiempo al que asistí pero no consigo encontrar la fuente original).
Entonces…
✔ Apaga el móvil (o ponlo en silencio, o en modo avión, o déjalo en otra habitación).
✔ Planifica las horas del día en las que vas a leer – responder tus mails (realizar reuniones, responder – hacer llamadas, etc.).
✔ Instala un bloqueador de url en tu navegador. Si de repente tienes la tentación de entrar a ver qué han dicho tus amigos en Facebook no podrás entrar (hay algunos que permiten establecer un horario de bloqueo).
✔ Define bien tus objetivos.
✔ Define MUY BIEN el foco.
5. Descansar
El descanso es parte fundamental de nuestra productividad. Aquí, de nuevo, tocará observarse y ver cuántas horas necesitas dormir para sentirte plenamente descansado por la mañana. A mí me hacen falta entre 7 – 8 horas para rendir al máximo. Hay quien con menos le resulta suficiente.
Quizá tengas que echarte una pequeña siesta después de comer para relajarte y continuar más despejado por la tarde. No importa. Todo está bien. Cada uno deberá encontrar aquello que mejor le funciona para sentirse verdaderamente centrado.
Vamos a romper ciertas creencias
Para realizar una correcta gestión del tiempo es necesario desterrar ciertas creencias que tenemos interiorizadas y que no contribuyen en nada a esa adecuada planificación de las horas que tiene nuestro día.
Porque los días tienen las mismas horas para todo el mundo, pero si pensamos (y nos creemos) que:
✔ no tengo tiempo.
✔ tengo muchas formas de ahorrar tiempo.
✔ puedo hacer muchas cosas a la vez.
✔ las interrupciones son inevitables y me restan poco tiempo.
✔ no puedo parar ni un minuto.
✔ gestionar bien el tiempo consiste en trabajar más horas y más rápido.
Algo no estaremos haciendo bien.
Además, debemos eliminar de nuestro pensamiento la sensación de culpabilidad si no llegamos a todo.
No hay que tener miedo a equivocarse.
Todo ello nos paraliza y no nos deja avanzar, porque nos ancla en pensamientos negativos que nos retrasan en nuestro cometido principal.
¿Para qué me sirve ser más productiva?
Valoro mucho mi tiempo. Muchísimo. El que dedico a mi trabajo, el que dedico a mis amigos, a mi pareja, a mis actividades, a mi formación, a mi descanso, a mí misma. Y tener una buena planificación me lleva a ser más productiva y a exprimir al máximo todas las horas de una jornada cualquiera.
Ya os conté que estoy estudiando Lengua de Signos. Tengo seis horas de curso a la semana, repartidas en dos clases de tres horas. Es imprescindible para mí planificar mis semanas en torno a esto para, de este modo, poder gestionar correctamente mi tiempo y llegar a todo sin agobios, sin angustia y, sobre todo, con la calidad que me exijo en mis proyectos profesionales. Y en todo lo que hago.
Porque, al final, el tiempo es uno de nuestros más valiosos activos, y más cuando trabajamos por cuenta propia.
Conclusiones
Resumiendo. Para ser más productiva necesito:
✔ planificar.
✔ priorizar.
✔ evitar las interrupciones.
✔ mantener mi mente centrada.
✔ saber distinguir lo urgente de lo importante.
✔ simplificar.
Cuéntame, ¿qué haces tú para ser más productivo? ¿Hay algo que te funciona genial y que no he comentado en este post? Vamos a crear juntos una lista con aquello que nos va de maravilla a la hora de gestionar nuestro tiempo.
Te leo encantada.